No se si decir que esto es publicidad o simplemente una opinión; un poco de las dos, supongo. Y tampoco la más objetiva posible dado que el chef de este restaurante tijuanense es un buen amigo mío cuyas manos han salido antes en este blog. La comida, entre los cantos de los periquitos del amor que tienen en el área de mesas estuvo muy buena, con los destacados en las fotos ahí arriba, comenzando con una ensalada de frutas y pan dulce para acompañar el café, seguido de los platillos; quisiera haber puesto una foto de los chilaquiles que pedimos, pero no son lo más fotogénico del mundo a pesar de adornarse con una florecilla comestible. Y al final un pastel de crepas que tampoco fué muy fotogénico... :D>.. bueno pues, no sobrevivió suficiente tiempo para tomarle fotos :P.
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