Debe estar gacho estar encerrado, y más si alguna vez conociste un mundo libre y derrepente te echan en una jaula (por grande que sea, sigue siendo una jaula) con otros de tu especie y además con chamaquitos y adultos humanos que te gritan cosas. Súmale a eso que estén construyendo cerca de tu jaula, taladros, martillazos... todo se conjuga para un mono triste.
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